Crisis en la UCR: Acusan a Vidal y a Daniel Salvador de "proscribir listas de precandidatos a concejales"

La Unión Cívica Radical afronta una nueva crisis. Luego de largas discusiones internas que parecían mantener los ánimos amainados y a todos los sectores conformes, el cierre de listas de Cambiemos en varios distritos bonaerense acabó por producir el estallido de una bomba que hasta el momento se mostraba como controlada.

En definitiva, un sector que se autoproclama “radicales rebeldes” denunció que en muchos de los distritos donde la lista 3A (correspondiente a la fracción boina blanca en las PASO) presentó a sus precandidatos a concejales, las nóminas fueron “proscriptas”. La acusación alcanza a María Eugenia Vidal y hace hincapié en el propio vicegobernador, Daniel Salvador; y hasta sospechan de presiones políticas sobre la Junta Electoral.

Son más de una decena los distritos afectados por “el dedo”, según denuncia el abogado que lleva la causa, Roberto Leonis, quien además preside el bloque de concejales de Cambiemos en Esteban Echeverría.

Moreno, Villarino, Bragado, Lomas de Zamora, Ezeiza, La Matanza, Almirante Brown, Avellaneda, Quilmes, Azul y General Paz (Ranchos) son los que dieron a conocer su situación. No obstante, el mismo Leonis explicó que “en muchos pueblos desistieron de avanzar con los reclamos”, y que eso “se entiende: nosotros vivimos más en los juzgados y en la junta que en nuestras casas”.

Así las cosas, detalló que 32 listas fueron presentadas en el Comité Provincia, todas líneas 3A, y de ellas sólo 12 quedaron en juego. Doce fueron “bajadas” en el mismo seno partidario. “Hubo un tratamiento discrecional para algunas listas”, señaló el abogado de la causa. Y disparó: “Queremos creer que este ensañamiento que hay contra los radicales está en desconocimiento de la Gobernadora”.

Dese el sector responsabilizaron directamente a la conducción del partido centenario, y el letrado subrayó que “las autoridades del Comité Provincia no nos defendieron. La respuesta fue escasísima, se excusaron en que fueron engañados. Uno puede hasta pensar que en el caso de Sal-vador no hubo mala fe; ahora, la torpeza no lo excusa de la responsabilidad que tiene al no permitir que un radical no pueda participar libremente de una interna donde se eligen los candidatos”.

Leonis agregó: “La torpeza en el manejo de esta situación no lo excusa de la responsabilidad gravísima de que haya una veintena de distritos donde los radicales no podemos participar”.
En esa sintonía, desde Avellaneda expresaron que “no cumplieron con el mandato de la convención. Todo lo que dictaminó la Convención se encargaron de esconderlo, porque no está en ningún lado”.

Con dicho panorama, los representantes de los distritos que denuncian la proscripción amenazan con convocar a la militancia del partido a votar en blanco. No se dan por vencidos, esperan que la fortuna judicial les permita competir, pero en el caso de que la suerte le sea esquiva, no ponderarán a los candidatos de Cambiemos, sus eventuales rivales si las PASO se dieran.

Al ser consultados por La Tecla sobre un acompañamiento a dichas boletas, los radicales rebeldes respondieron al unísono con un certero “no”.

“Se nos hace muy difícil acompañar. Qué compromiso podemos tener nosotros de defender una boleta cuando nos están excluyendo; cómo le explicás a la gente eso, de qué me disfrazo”, cuestionó la actual edil de Bragado Ana Minervini.

En ese marco, Leonis sentenció: “¿Qué mejor que la competencia interna, que dinamiza, que agiliza, que promueve la participación, para incorporar gente a Cambiemos? No solamente no incorporan gente, sino que generan un resentimiento que difícilmente haga que algunos correligionarios acompañen”.

En ese marco, el voto en blanco dentro del mismo Cambiemos se posiciona a la vuelta de la esquina, y la cruda interna radical vuelve a tomar vida en un año clave para el oficialismo.

Como si fuera poco, el derrotero de la discusión judicial acabó por dejar al menos a la UCR de Azul afuera de las elecciones. En definitiva, fue la Junta Electoral de la Provincia la que desestimó el reclamo de los azuleños.

La Tecla

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