Macron y Trump apostaron por la sintonía en su encuentro en París
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, mostraron hoy una imagen de sintonía en la primera jornada del mandatario norteamericano en París, en la que frente a sus diferencias apostaron por un trabajo conjunto en los grandes desafíos a nivel internacional.
En medio de imponentes medidas de seguridad y tras una ceremonia de recepción con honores militares en Los Inválidos y de una reunión bilateral en el Palacio del Elíseo, sede de la Presidencia francesa, ambos mandatarios expresaron en una conferencia de prensa conjunta su voluntad de que sus divergencias en temas como el medioambiental no frenen su necesaria cooperación.
"Los desacuerdos no se pueden comparar con lo que nos une", lanzó un sonriente Trump, quien subrayó que la relación entre ambos, marcada públicamente por un tenso apretón de manos en su primer encuentro bilateral el pasado mayo en Bruselas, es "muy buena".
La lucha contra el extremismo, la seguridad, el comercio o la necesidad de alcanzar una estabilidad en Medio Oriente, en especial en la convulsionada Siria, protagonizaron su reunión en el Elíseo, que fue seguida por una "cena de amigos" en el restaurante Jules Verne en el segundo piso de la Torre Eiffel.
El Acuerdo de París, del que Trump retiró a Estados Unidos el mes pasado, acaparó parte del protagonismo, e inclusive el andatario estadounidense dejó entrever un posible cambio de rumbo.
"Hay que dejar que Estados Unidos trabaje en su hoja de ruta y seguir hablando, afirmó Macron, mientras que de su lado, Trump señaló que "algo podría ocurrir" sobre la postura estadounidense al respecto: "Ya hablaremos llegado el momento. Si pasa algo sería maravilloso y si no pasa nada estará bien también".
El principal punto de coincidencia fue al hablar del combate contra el extremismo.
Los dos mandatarios, según Macron, comparten el objetivo de erradicar "a todos los grupos terroristas", y en concreto la intención de construir una solución política para Siria duradera e incluyente.
Esa meta hizo afirmar a Macron que Francia dejo de hacer de la salida del presidente sirio, Bashar al Assad, una condición "sine qua non" para negociar una solución al conflicto en ese país, pues, subrayó, solicitar su retirada en estos últimos años no fue eficaz.
Macron anunció que París y Washington mantendrán el trabajo común para llevar a cabo iniciativas diplomáticas que permitan trazar una hoja de ruta para después de la guerra, como el lanzamiento de un grupo de contacto, con representantes de Al Assad "pero también de otras sensibilidades".
La línea roja, sostuvo, es el uso de armas químicas, que, insistió, "será objeto de represalias inmediatas sobre el lugar de utilización o de almacenaje".
Macron, que con esta recepción oficial tendió la mano a Trump frente a su aislamiento a nivel internacional, calificó de "simbólico e importante" que este haya acudido a París, donde mañana estará presente en el desfile de la Fiesta Nacional francesa, que este año conmemora el centenario de la entrada de las tropas estadounidenses en la Primera Guerra Mundial (1914-1918).
El desfile militar de mañana para conmemorar un nuevo aniversario de la Revolución Francesa en los Campos Eliseos estará enmarcado en un mega operativo de seguridad, que incluye a 11.000 policías y 3.500 gendarmes.
Al igual que en la visita del presidente ruso, Vladimir Putin, al que recibió en el Palacio de Versalles a finales de mayo, Macron se sirvió en esta ocasión de otros símbolos de Francia, como Los Inválidos o la Torre Eiffel, para revestir de solemnidad la visita.
"Tenemos costumbre de recibir bien a la gente que invitamos", dijeron fuentes oficiales francesas la víspera de un encuentro en el que Macron, quien por la mañana se reunió con la canciller alemana, Angela Merkel, con la intención de reforzar su imagen de interlocutor de Europa ante otros grandes líderes.
Trump, en cambio, no pudo escapar a la crisis que afronta en su país por la reunión entre su primogénito y una abogada rusa, cuyo efecto cascada se potenció en los últimos días al conocerse la reunión de Donald Trump Jr. con representantes rusos en la investigaciones sobre una posible colaboración de su campaña y Rusia para influir en el resultado de las elecciones estadounidenses de noviembre.
El presidente estadounidense defendió a su hijo al que calificó como un "joven maravilloso".