Nicolás Maduro denunció una campaña de la Casa Blanca y la CIA para "justificar cualquier cosa"

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró este miércoles que el Gobierno de EE.UU. y su Agencia Central de Inteligencia (CIA) adelantan "una campaña" de descrédito contra su administración para "justificar cualquier cosa" contra la nación bolivariana, que, afirma, estar siendo agredida por Washington a través del despliegue militar que mantiene desde hace 14 semanas en aguas del mar Caribe con el pretexto de combatir al narcotráfico.

"Es una campaña que ha denunciado mucha gente en el mundo. Es la campaña de tratar de manchar a Venezuela, a nuestra revolución. Primero, manchar al [expresidente Hugo] Chávez, después, manchar a Maduro. Y entonces, con esa campaña, justificar cualquier cosa contra nuestro país. Así hacen el imperialismo y la CIA", refirió el mandatario en una jornada de trabajo televisada.

"Lo han hecho muchas veces", apuntó, para luego mencionar algunas de las operaciones de cambio de régimen que en la región latinoamericana y caribeña ha llevado a cabo Washington en contubernio con la CIA durante los últimos 70 años.

Cuestionable historial

A este respecto, evocó los derrocamientos del guatemalteco Jacobo Árbenz (1954), del dominicano Juan Bosch (1963), del brasileño João Goulart (1964) y del chileno Salvador Allende (1973), así como la guerra de contrainsurgencia desatada para expulsar a los sandinistas del poder en Nicaragua durante la década de 1980.

En todos los casos, relató, la Casa Blanca justificó su injerencia y los subsecuentes golpes de Estado etiquetando a los dignatarios de 'comunistas', cuando en realidad lideraban proyectos de orientación nacionalista y popular, abocados fundamentalmente a resolver demandas largamente postergadas como la reforma agraria, la protección de los trabajadores con mejores salarios, imposición de tributos más fuertes a los ricos y mejoras en el acceso a la educación, por citar algunos ejemplos.

Décadas más tarde, EE.UU. admitió su participación en esos eventos y ofreció excusas simbólicas a las naciones agraviadas. En los derrocamientos rememorados por Maduro, la intervención estadounidense dio lugar a largos períodos de inestabilidad política, dictaduras sangrientas, violaciones a los derechos humanos y, en Guatemala, a una guerra civil que duró más de tres décadas y solo concluyó en 1996.

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