Río Negro: El nuevo modelo económico reposicionaron a algunas empresas frutícolas y golpearon con dureza a otras

Cerrada la estadística del primer trimestre del año, las exportaciones regionales de frutas hacia los mercados a ultramar muestran una tendencia a la baja cuando se la compara con los niveles de embarques de años anteriores.

Este escenario se da inclusive con el estímulo que otorgó el gobierno en los últimos meses como consecuencia de la unificación del tipo de cambio -que llevó la paridad a cerca de 15 pesos por dólar-, la eliminación de las retenciones y la puesta en marcha de los reembolsos por las ventas que se consoliden a través de los puertos patagónicos.

Los datos privados reflejan que por San Antonio y Bahía Blanca -que representan el 90% del total de los embarques regionales de frutas hacia ultramar- durante los tres primeros meses del corriente año se exportaron 115.900 toneladas de frutas. La cifra dista, y mucho, de los cortes trimestrales analizados en el gráfico adjunto.

La estadística muestra que estamos hoy exportando casi un tercio de lo que se embarcaba diez años atrás. Un dato que resume los efectos de la política aplicada durante la década ganada de la era kirchnerista. Claramente pocos fueron los ganadores en todo este último tiempo.

Otra es la perspectiva que existe sobre el futuro de corto y mediano plazo para el sistema frutícola regional. Las expectativas son auspiciosas pese a que a las exportaciones les cuesta volver a retomar una senda de crecimiento sostenido.

Aquí sí se observan claramente los ganadores y perdedores del sistema.

Entre los últimos están los productores que no pudieron capitalizar los beneficios de los cambios macroeconómicos para dar vuelta los rojos números que arrastran desde hace ya varias temporadas. Aquellos chacareros que pudieron sortear el tsunami del modelo económico K con espaldas financieras y hoy cuentan con fruta -en especial manzana roja- de buena calidad, el futuro inmediato les sonríe.

A nivel empresario, entre los ganadores se puede rescatar a aquellas exportadoras que durante la gestión Kirchner pudieron reencauzar parte de su oferta hacia Brasil y mercado interno, manteniendo los canales comerciales hacia ultramar en su mínima expresión, a la espera de los cambios macro esperables tras la asunción del nuevo gobierno. Las firmas que se encuentran firmes financieramente tienen muy buenas expectativas para incrementar su oferta exportable hacia Estados Unidos, Europa y nuevos mercados de Asia, que son los que hoy estarían generando buenos retornos respecto del resto de los destinos. En este grupo se encuentran, mayoritariamente, las exportadoras de capitales regionales lideradas por ejecutivos que no sólo comprenden la realidad de la fruticultura global, sino lo complejo de llevar adelante la actividad dentro de las fronteras del país.

Las estadísticas muestran por otro lado que aquellas empresas multinacionales, que realizaron en estos últimos años importantes ajustes de personal y producción, son las que redujeron sensiblemente en esta temporada sus operaciones comerciales. Expofrut, es el caso más emblemático. Durante el primer trimestre de 2003 la firma, hoy en manos del Grupo Univeg, llegó a exportar hacia los mercados de ultramar algo más de 80.000 toneladas de frutas. En el mismo período de 2016 los datos privados muestran que colocó en ultramar alrededor de 7.000 toneladas, menos del 10% de los embarques consolidados en 2003. En valores relativos, los números de Expofrut son también para analizar. Los embarques de la empresa belga representaron este año el 6% del total de las ventas regionales hacia ultramar. Hace 13 años, concentraba el 27% de las exportaciones hacia este destino.

En el otro extremo podemos encontrar a la firma Patagonian Fruit Trade (PFT). La empresa de capitales regionales, es una trading que nació a fines de los 90 y hoy se está consolidando como la mayor exportadora frutícola del país. Durante el primer trimestre de 2003 concentraba el 12% del total de las exportaciones hacia los mercados de ultramar. Hoy ese indicador saltó al 23%.

Otras de las frutícolas que muestra un crecimiento en el comercio hacia este destino ha sido PAI. Tal como se observa en las estadísticas adjuntas, la firma regional pasó de concentrar el 11% al 15% entre el período 2003-2016.

Si bien este primer trimestre del año tuvo algunas diferencias respecto de la estadística histórica del período (se postergó la cosecha y por ende los embarques, hubo menos fruta de calidad y el financiamiento ha sido nulo, entre otros puntos), en los primeros meses de 2016 se observa una menor concentración de empresas sobre las exportaciones hacia ultramar.

Es así que mientras que en 2011 las cinco primeras firmas ostentaban el 71% del total de las exportaciones que partían rumbo al Atlántico, este año ese indicador bajo al 61%.

Para los distintos analistas del sector, con el cierre del primer trimestre la suerte de la temporada ya está echada.

Europa está mostrando buenos retornos en algunos mercados, aunque destinos clave como son Italia y zonas del Mediterráneo presentan ventas poco fluidas que terminan impactando en los precios finales del producto.

Rusia sigue con problemas, tanto al analizar la oferta como la demanda. Este destino continua con las complicaciones propias de un mercado que sigue ajustando su economía. Por otra parte, mucha de la fruta de mala calidad del Valle que no ha podido ingresar a Brasil se reorientó en estos últimos meses hacia el puerto de San Petersburgo en busca de lograr alguna diferencia por esa oferta. Según los empresarios, en poco tiempo más sabremos cuál será el quebranto -o ganancia- que logrará la fruta exportada hacia ese destino. Estados Unidos, se mantuvo con buenos precios, mostrando cierto grado de estabilidad.(rionegro.com)

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