El diseño de un espacio opositor a medida para el ajuste (Por Nicolás Kenya)
El proyecto económico del macrismo requiere la concreción de un modelo de oposición; para que el ajuste ortodoxo que Cambiemos tiene pensado implementar en la Argentina pueda llevarse a cabo sin sobresaltos, el Presidente, Mauricio Macri, necesita asilar al kirchnerismo y proponer un espacio opositor que acompañe y que se limite a debatir cuestiones de forma con el Gobierno Nacional.
La ruptura del bloque de diputados del Frente para la Victoria y el book del Presidente en Jujuy, acompañado por el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey y el diputado nacional, Sergio Massa, conforman un escenario en el cual el macrismo se siente cómodo; le otorga visibilidad a quienes empiezan a litigar por la conducción del peronismo, y suma puntos propios ante el electorado que reclamaba “diálogo” en las últimas elecciones.
La creación de este escenario opositor requiere de intervenciones no convencionales en ciertas situaciones, como la absorción de Martín Lousteau a Cambiemos cuando comenzó a molestar y volverse un contendiente peligroso en la Ciudad de Buenos Aires. Luego de que casi le arrebatara la jefatura de Gobierno porteño a Horacio Rodríguez Larreta, lo docilizaron con el “premio” de la embajada en los Estados Unidos. Todos contentos.
El caso de Bossio puede parecer más sorpresivo para quienes no conozcan la interna dentro del Frente para la Victoria, pero el ex titular de la ANSeS tenía el mote de “Figuretti”, gentileza del sector camporista con el que compartió gran parte de los programas oficiales. Bossio nunca se tomó el “baño de humildad”, consejo de la ex presidenta, y fue el primer funcionario del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner que dialogó con Daniel Scioli para ser parte de su eventual Gabinete.
Tampoco sorprende la escalada de las críticas que ahora Urtubey le otorga públicamente al Gobierno Nacional gestión 2011-2015. Cuando los periodistas le preguntaban si era kirchnerista, siempre respondía: “Yo soy peronista”. Nadie lo dudaba; el Gobernador se escapaba de la Casa de Gobierno en medio de los discursos de Cristina y dialogaba en off con periodistas del Grupo Clarín, quienes devolvían los favores mediante elogios como “el más moderado y racional”.
En tanto, Massa pudo ser bendecido con el título de “principal líder opositor” por parte de Macri en Davos porque representa el proyecto de adversario que quiere Cambiemos. Saben que acompañará en el Congreso Nacional los proyectos más controvertidos para concretar las metas del equipo económico y que los cuestionamientos serán de forma y no de fondo. Un verdadero traje a medida para el ajuste.