El Gobierno nacional retiró del Vaticano al ex espía vinculado a Stiuso

El Gobierno que conduce Mauricio Macri decidió  decidió retirar el envío del ex espía de la vieja SIDe Alejandro Colombo a Roma. La administración nacional lo había elegido como agregado de la Agencia Federal de Inteligencia en la embajada de ese país en Italia, pero las suspicacias sobre su designación llegaron tiempo atrás hasta el mismo Papa Francisco.

Su designación había sido propuesta por la AFI y contaba con el visto bueno del gobierno italiano. Según lo establecen los protocolos de colaboración internacional, todo personal diplomático adscrito a la seguridad y la inteligencia de una embajada debe contar con la aprobación del país receptor. La decisión del retiro fue política, como un “gesto de buena voluntad”.

Colombo conoce ese puesto, porque lo ocupó durante los años 90, cuando formaba parte de la Secretaría de Inteligencia del Estado. Durante ese tiempo, las relaciones entre Argentina y el Vaticano estuvieron dominadas por  Esteban “Cacho” Caselli,  ex embajador ante la Santa Sede que logró tejer una telaraña de relaciones que condicionó esos vínculos institucionales. 

Para nadie es una sorpresa que, en Argentina, Caselli sea identificado como uno de los principales detractores de Jorge Mario Bergoglio. Su histórica cercanía con hombres fuertes del Vaticano como el ex secretario de Estado, Angelo Sodano, le permitieron orientar durante años las decisiones que, desde Roma, partían hacia Buenos Aires. Determinaciones que, en muchos casos, colisionaron directamente con el cardenal primado y presidente de la Conferencia Episcopal.

El dirigente de La Alameda, legislador porteño y amigo personal del Papa Francisco, Gustavo Vera aseguró que "la designación de Colombo viene por orden de Stiuso".

(Política Argentina)

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