Luego de la renuncia de Sánchez, el PSOE tiene tres semanas para decidir si hay nuevo gobierno

Tras la renuncia de ayer de su líder, Pedro Sánchez, el Partido Socialista español (PSOE) dispone de tres semanas para decidir si permite al conservador Mariano Rajoy, presidente en funciones, formar un nuevo gabinete, en medio de un bloqueo político que ya lleva nueve meses.

El PSOE está ahora en manos de una comisión gestora que deberá convocar un nuevo comité federal, su órgano directivo entre congresos, para que éste decida si pasa del "no" a Rajoy que mantuvo Sánchez hasta el fin a una abstención que desbloquee la crisis institucional.

Ayer, Sánchez dimitió a la secretaria general del PSOE tras perder la votación que propuso al Comité Federal de su partido en busca de un aval a su plan de intentar un gobierno alternativo al de Rajoy, con lo que el sector crítico se impuso en una lucha interna que tendrá consecuencias para el futuro del histórico partido español y de cara a evitar unas terceras elecciones generales.

Por imperativo constitucional, el próximo 31 de octubre se disolverá automáticamente el Parlamento para dar paso a unas terceras e insólitas elecciones generales.

El sector crítico del PSOE, que forzó el sábado la salida de su secretario general, se mostró partidario de facilitar el gobierno a Rajoy tras rechazar uno alternativo que debería contar con la coalición de izquierda Podemos y el apoyo de algún diputado separatista, indicó la agencia de noticias EFE.

Hasta esa fecha, el rey Felipe VI tendría que abrir rondas de consultas con los representantes de los partidos parlamentarios para encargar la formación de gobierno al candidato que cuente con suficientes apoyos.

La investidura de Presidente en España puede ser en una primera sesión parlamentaria, caso de que el candidato saque mayoría absoluta (176 de los 350 escaños del Congreso) o en una segunda sesión, 48 horas más tarde.

En tanto, diversos sectores de la prensa española urgieron hoy al PSOE a reparar el cisma abierto en el partido, un día después del tenso cónclave que culminó con la renuncia de Sánchez.

En medio de una profunda crisis, una parte del partido, crítica con Sánchez, intentó forzar su salida esta semana, mientras que el secretario general se aferró a su cargo tratando de convocar una votación entre la militancia.

El debate de fondo es la postura a adoptar ante una hipotética investidura del conservador Rajoy en medio del bloqueo político que vive España.

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