El Congreso anula el veto de Obama y permite denunciar a Arabia Saudí
El Congreso de Estados Unidos anuló por abrumadora mayoría un veto del presidente Barack Obama por primera vez desde que ocupa el cargo: tanto la Cámara de Representantes como el Senado votaron a favor de que entre en vigor la ley que permite a las familias de las víctimas del 11-S denunciar a Arabia Saudí.
El Senado se opuso casi por unanimidad al veto impuesto por Obama a esa ley. Solo uno de los cien senadores estuvo del lado del mandatario en la votación. Después, en la Cámara de Representantes el resultado fue de 348 frente a 77.
"Dar a las víctimas que han perdido tanto una oportunidad de expresarse de esa manera es lo apropiado en estos momentos", manifestó el senador Bob Corker, quien no obstante reconoció la posibilidad de "consecuencias indeseadas".
La Casa Blanca argumenta en cambio que la medida es contraria a los intereses del país porque permite perseguir en los tribunales estadounidenses a gobiernos extranjeros por actos cometidos por sus ciudadanos, lo que a su vez abre la puerta a que diplomáticos, soldados y otros funcionarios norteamericanos sean acusados ante cortes extranjeras.
La ley permite a los familiares de las víctimas de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 denunciar a Arabia Saudí por apoyo estatal al terrorismo. De los 19 terroristas del 11-S, 15 eran saudíes.
Obama señaló que la medida no es acorde al derecho internacional y en un foro de veteranos de guerra al que acudió más tarde indicó que cree que la anulación del veto es un "error".
"Es un precedente peligroso y es un ejemplo de por qué a veces hay que hacer lo difícil", indicó, al tiempo que subrayó que entiende que los legisladores optaron por esta decisión porque no quieren que los ciudadanos los perciban como no solidarios con las víctimas del terrorismo, sobre todo con las elecciones a la vuelta de la esquina en noviembre próximo.
Después de la votación en la Cámara Alta, el portavoz de Obama, Josh Earnest, calificó la decisión como "posiblemente la cosa más embarazosa que ha hecho el Senado desde 1983" y "una renuncia a sus responsabilidades básicas como representantes elegidos por el pueblo estadounidense".
La llamada Justicia Contra Patrocinadores del Terrorismo (Justice Against Sponsors of Terrorism Act, JASTA) fue aprobada por el Congreso justo antes del 15 aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Los familiares de las víctimas de los ataques en Nueva York, Washington y Pennsylvania llevan años tratando de ir judicialmente contra Arabia Saudí, alegando que hay vínculos entre el régimen del reino y Al Qaeda, la red terrorista que llevó a cabo los atentados.
Arabia Saudí amenazó con deshacerse de sus activos en Estados Unidos si la ley entra en vigor.
La medida reducirá la inmunidad soberana de otros gobiernos ante cortes federales estadounidenses, permitiendo demandas contra Estados extranjeros por casos en los que alguien haya resultado herido, muerto o sufrido daños como consecuencia de actos dentro de Estados Unidos -incluyendo terrorismo- cometidos por ciudadanos extranjeros.