Trump propone draconianos recortes presupuestarios en ayuda a Latinoamérica y asistencia social
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó hoy al Congreso su primera propuesta presupuestaria, que pretende eliminar el déficit fiscal con draconianos recortes en la ayuda a América Latina -suprimiendo las partidas destinadas a Cuba, Ecuador y Venezuela-, así como en asistencia social y cobertura médica a los ciudadanos de menores recursos de su propio país.
El presupuesto para el año fiscal 2018, que debe ser aprobado por el Congreso y podría sufrir cambios, concede 37.600 millones de dólares al Departamento de Estado, de los cuales 1.093 millones están destinados a operaciones en el continente americano y el Caribe, un descenso de 614 millones respecto al año fiscal 2016, reportó la agencia de noticias EFE.
El recorte a la ayuda a Latinoamérica incluye reducciones a la asistencia proporcionada a todos los países del continente, un cambio que podría notarse especialmente en México y Centroamérica, además de la eliminación total de los fondos dedicados a Cuba, Ecuador y Venezuela, países de gobiernos socialistas con los que Estados Unidos mantiene relaciones particularmente tensas.
Cuba dejaría entonces de percibir los 20 millones de dólares que obtuvo en el año fiscal 2016, Ecuador prescindiría de 2 millones de dólares y Venezuela de 6,5 millones.
Nicaragua, que también forma parte del denominado “bloque socialista” latinoamericano, vería también su ayuda diezmada, obteniendo sólo 200.000 dólares frente a los 10 millones del año fiscal 2016, es decir, 98% menos de aportes.
No obstante, a las partidas de cada país deben sumarse los montos específicos de los programas de promoción de la seguridad, la democracia, la lucha contra el narcotráfico e inmigración, que tienen cuentas conjuntas para todo el continente y reparten fondos según se juzgue necesario.
De ser aprobado ese presupuesto, los países más perjudicados por los recortes serían México, que recibiría 87,7 millones de dólares -45,3 % menos con respecto al año fiscal 2016-, y Brasil, que recibiría 815.000 dólares frente a los 12,8 millones de 2016 -alrededor de 93% menos con respecto a 2016-.
Los ajustes son también notables en Centroamérica, donde Trump reduce la ayuda al desarrollo y al fortalecimiento institucional que había potenciado el anterior gobierno demócrata de Barack Obama.
Colombia, por su parte, recibiría 251,4 millones de dólares, una cantidad algo inferior a los 299,4 millones que obtuvo en el año fiscal 2016, pero sí notablemente menor a los fondos aprobados por el Congreso para el periodo 2017, un total de 391 millones de dólares contemplados en el plan "Paz Colombia" para el posconflicto.
Sin embargo, es posible que haya más fondos para Colombia en las partidas dedicadas a operaciones regionales en todo el continente (300 millones de dólares), temas de narcotráfico y seguridad (167 millones), o ayuda humanitaria y promoción de la democracia.
En Argentina, en cambio, el recorte previsto es exiguo, ya que la ayuda se reduciría en 50.000 dólares, pasando a un total de 500.000 dólares para el año fiscal 2018.
Mucho más voluminosos aún son los recortes de 3,6 billones de dólares en 10 años a programas de asistencia social y cobertura médica para ciudadanos de menores recursos en Estados Unidos. La propuesta, dado que aún debe atravesar el Congreso, es más una declaración de prioridades políticas que un documento económico.
Entre los principales afectados por el plan de Trump se encuentra el programa Medicaid, que ofrece cobertura sanitaria a los ciudadanos de menores ingresos, y que verá reducidos sus fondos en 610.000 millones de dólares.
El plan para el año fiscal 2018 promete eliminar el déficit presupuestario que se prevé cierre 2017 en el 3,1 % del Producto Interior Bruto (PIB) a lo largo de una década y promete al mismo tiempo aumentos de gasto en las partidas de Defensa y Seguridad Fronteriza.
"Ya no vamos a medir la compasión por el número de programas de asistencia social y el volumen gastado en esos programas.
Necesitamos a todo el mundo empujando en la misma dirección", afirmó Mick Mulvaney, director de la Oficina de Gestión de Presupuesto de la Casa Blanca, en una conferencia de presentación del documento.
"La fea verdad es esta: jamás se podrá equilibrar el presupuesto con el crecimiento actual del 1,9 %. Eso no va a pasar", agregó Mulvaney.
Trump ha criticado la desmesurada subida de programas sociales impulsados por su predecesor, Obama, durante la crisis financiera de 2008 y 2009, puesto que, a su juicio, no incentiva la vuelta al mercado laboral de muchos beneficiados y contribuye al desequilibrio de las cuentas públicas.