Francisco lamenta las persecuciones a cristianos en el mundo al recordar a los mártires del siglo XX y XXI
El papa Francisco lamentó hoy las "persecuciones" de las que "hoy" son objeto las "comunidades cristianas" en todo el mundo a causa del odio, al recordar a los mártires del siglo XX y XXI, entre ellos víctimas del nazismo, el comunismo e incluso de la última dictadura argentina.
"Cuántas comunidades cristianas hoy son objeto de persecución", volvió a denunciar el Pontífice, al encabeza una oración en el memorial de los "nuevos mártires", en la basílica roana de San Bartolomé.
"¿Por qué son perseguidas? A causa del odio del espíritu del mundo", condenó el Obispo de Roma en la celebración que encabezó este sábado en la basílica de la isla Tiberina, en medio del río Tíber, entre el Trastevere y el denominado barrio del ghetto judío.
Entre los mártires recordados en la Basílica donde Jorge Bergoglio dio su homilía se encuentran pertenencias del monseñor argentino Enrique Angelelli, obispo de La Rioja asesinado en agosto de 1976, y del beato Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, conocido como monseñor Romero, sacerdote católico salvadoreño asesinado en 1980.
"Llegamos como peregrinos a la basílica de San Bartolomé en la Isla Tiberina, donde la historia antigua martirio se une a la memoria de los nuevos mártires de los muchos cristianos asesinados por las ideologías insanas del siglo pasado, también hoy, y asesinados sólo porque ser discípulos de Jesús", agregó Francisco en su homilía.
Entre los recordados de los cinco continentes, estuvieron armenios y otros cristianos de las Iglesias víctimas de masacres perpetradas durante la Primera Guerra Mundial, así como los mártires de la paz y del diálogo, como los monjes trapenses de Nuestra Señora del Atlas en Argelia y don Andrea Santoro en Turquía.
En 1999, el entonces papa y hoy Santo Juan Pablo II instituyó una comisión sobre el martirio moderno que trabajó en la basílica de San Bartolomé, donde en 2002 se ubicó el ícono en homenaje a ellos frente al que hoy Francisco pronunció su homilía.
"Quisiera agregar un ícono más, una mujer. No sé el nombre. Yo estaba en Lesbos, saludaba a los refugiados y encontré un hombre de 30 años con tres niños. Me miró y me dijo 'padre soy musulmán, mi mujer era cristiana. En nuestro país vinieron los terroristas, nos pidieron la religión y la vieron con su crucifijo. Le dijeron que lo tirara, ella no lo hizo y la asesinaron frente a mí. Nos amábamos tanto'", indicó hoy el Pontífice.
"No sé si estará aún en los campos de concentración que son hoy los campos para refugiados", dijo luego el Obispo de Roma sobre ese hombre.
"La herencia de los mártires nos regala hoy paz y unidad. Nos enseñan que, con la fuerza del amor, con mansedumbre, se puede luchar contra el acoso, la violencia, la guerra, y se puede lograr con paciencia la paz", finalizó.
El último lunes, durante la celebración del Regina Coeli pascual en la Plaza San Pedro, Francisco ya había pedido por "los cristianos perseguidos en el mundo", al tiempo que convocó a "alimentar el deseo universal de paz".