Cambiemos de modelo (Por Julián Denaro)

El Modelo Kirchnerista de Crecimiento con Inclusión Social consiguió reducir la desigualdad, mejorar el nivel de vida de todos los sectores sociales, reindustrializar al país, repatriar a los científicos que se habían ido a trabajar al exterior durante la Convertibilidad, reimpulsar la investigación y conquistar trascendentes logros en la medicina y la tecnología, atender y dar cobertura a los más vulnerables y desprotegidos y, por si fuera poco, desendeudó significativamente a nuestra nación. Sin embargo, no dejó contento a todo el mundo

Sabemos perfectamente que a lo largo de la historia del mundo, quienes fueron tomando el control de los recursos y los medios de producción, fueron enlazando redes de poder que les permitieron fortalecer infinitamente los mecanismos para conservar la riqueza e incrementarla sin límites. En ese proceso, dicho mecanismo se va insensibilizando y las personas que los manejan acaban por sumergirse en un frio estado de insolidaridad e individualismo extremos. Consecuentemente, de no intervenir sobre ellos, de no regularlos, los herederos del poder económico, y por ende político, actúan sucesivamente en pos de conservarlo, y la lógica consecuencia de fuerzas desiguales disputando la riqueza, no ocasiona otra cosa que un ensanchamiento de la brecha de desigualdad, incrementando la pobreza.

Aquí podemos recordar el concepto de Soberanía Nacional, puesto que la misma corresponde al pueblo, de quien emanan todos los poderes del Estado, aun ejerciéndose por representación. Por tanto, tengamos presente durante el trascurso del análisis, que en una situación soberana, el gobierno debe entonces favorecer a los intereses de la mayoría del pueblo. Ciertamente, cuando el gobierno perjudica a la mayoría del pueblo es porque favorece a sectores que son externos a esas mayorías, y de este modo, el poder proviene desde el exterior del pueblo, situación en la que, claramente, no hay Soberanía Nacional, sino sometimiento del pueblo a intereses externos a él.

Así las cosas, estos poderes se han ramificado manejando todas las herramientas que les permiten doblegar a aquellos gobiernos que por defender a los pueblos y a los más vulnerables, los enfrentan a ellos. Las herramientas más poderosas, además del poder militar, son los medios de comunicación, el poder judicial y, muy especialmente, el dinero. Así, con el poder financiero de los bancos, el dominio de los medios de comunicación dirigido desde centros concentrados de servicios de inteligencia, y las corporaciones de jueces con poder para imponerse a gobernantes que sólo son votados para gobernar de cuatro a seis años, el poder concentrado del mundo termina prevaleciendo.

Ocurre que tanto el poder judicial como el mediático son permanentes, es decir, no son elegidos por el Pueblo y están de por vida, sin que caduquen sus mandatos. La misma consideración corresponde a las corporaciones económicas y financieras. Por lo tanto, cuando hay un gobierno que no les obedece, ponen en marcha su poder para desgastarlo y desestabilizarlo. O hasta incluso pueden esperar a que termine su mandato, ya que ellos siempre están ahí para seguir, y continúan nomás.

Los Estados Unidos de Norteamérica manejaron la economía, las finanzas y los recursos de Latinoamérica durante las últimas décadas del siglo veinte. A veces, poniendo gobiernos militares, otras, dirigiendo las políticas de gobiernos liberales, y siempre imponiendo tratados de libre comercio y endeudamiento. El espíritu de éste accionar está arraigado en la convicción de que lo mejor para los países dominantes es el sometimiento del resto del mundo, para poder saquearles sus recursos financieros, para que no compitan con su industria, y para poder comprarles alimentos y materias primas a bajo costo, de manera que ellos puedan seguir viviendo bien. Aunque es de destacar que no podrían hacerlo sin una Clase Social Nativa en cada país que les resulta aliada, que en definitiva se encuentra en todas las corporaciones de poder: Son los CIPAYOS, corporizados en núcleos de poder económico y financiero, poder judicial, y dueños de los medios de comunicación, siempre asociados a empresas trasnacionales que se apoyan en distintos países simultáneamente como si tuvieran decenas de tentáculos.    

Pero en los primeros quince años del siglo veintiuno, la integración regional, estratégica, política y económica de los países latinoamericanos, liderados por grandes hombres de la historia de la Patria Grande, como Néstor Kirchner, Hugo Chávez, Lula Da Silva, Cristina Fernández, Rafael Correa, Evo Morales, Daniel Ortega y Pepe Mujica, sin olvidar a Fidel Castro, detuvieron el proceso de saqueo constante, para conseguir una reivindicación de los pueblos hermanos de América del Sur, que también se propone integrar a América Central. El crecimiento, el desarrollo, la disminución de la pobreza, el incremento de la clase media, la inclusión social y el desendeudamiento, hicieron que las potencias económicas de la región – Argentina y Brasil –, que arrastran a los demás países hermanos, pudieran construir una soberanía imprevista con perspectivas indescifrables. Pero esto le disgustó enormemente al país del norte.

Por tanto, manejando al poder judicial, a los medios de comunicación y a las oligarquías serviles a ellos, los Estados Unidos de Norteamérica comenzaron a bombardear con éstas armas modernas. Destituyeron al Presidente Lugo en Paraguay, destituyeron a Zelaya en Honduras, y ahora atacan sin cesar al kirchnerismo en Argentina, a Dilma Rousseff en Brasil, a Evo Morales en Bolivia, a Nicolás Maduro en Venezuela, a Rafael Correa en Ecuador y a todos los gobiernos populares de nuestra Patria Grande, como lo describe el propio Rafael Correa: "¿Usted cree que eso es casualidad? Es el nuevo plan Cóndor contra los gobiernos progresistas (…) Ya no se necesitan dictaduras militares, se necesitan jueces sumisos, se necesita una prensa corrupta que incluso se atreva a publicar conversaciones privadas, lo cual es absolutamente ilegal (…) Lo mismo le han hecho a la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, a los actuales mandatarios de Bolivia, Evo Morales, de Venezuela, Nicolás Maduro, e incluso yo mismo he sido víctima de esta campaña de desprestigio y ataque”

A través de los medios de comunicación instalaron la creencia de que estos gobiernos populares, y por ende soberanos, son sin embargo corruptos y mentirosos, encontrando así la fórmula para insertar odio en las sociedades. Para nuestro caso, advertimos que el país quedó más dividido que nunca y la grieta cultural ensanchada a su extremo. Por un lado, están los conocedores de la historia que comprenden cómo operan los mecanismos. Son los que defienden a los gobiernos populares y rechazan al neoliberalismo como expresión de sometimiento de las naciones latinoamericanas al imperialismo norteamericano. Por otro lado, los desprevenidos que le creen todo a la televisión y a los diarios hegemónicos, y que en consecuencia odian a los gobiernos populares. En el medio, los que se sienten a disgusto con el mutuo rechazo entre hermanos compatriotas, y que desean un cambio.

Y esta fue la llave maestra de la perversión: “Cambiemos”. La alternativa de gobierno servil al imperialismo norteamericano y a los núcleos de poder fáctico que no quieren compartir su infinita riqueza con la población común, fue denominada “cambiemos”. Y los mensajes, inteligentemente contradictorios en sus enunciados de políticas sociales y económicas, siempre sostenían que se necesita un cambio para terminar con el país dividido, un cambio para terminar con la corrupción, un cambio para terminar con todo lo malo… Pero dentro de las contradicciones, decían que había que conservar lo bueno que había hecho el kirchnerismo en doce años, aunque acusaban al gobierno kirchnerista con muchas mentiras. “Pero cambiemos… La gente quiere un cambio…” Apreciamos así que la contradicción utilizada para confundir, también fue eficiente para proponer un cambio. Es que muchos que estaban confundidos y les dijeron que venía el cambio, creyeron que con el cambio se acabaría la confusión. Fue el engaño perfecto. Y a no pasar por alto: el odio entre compatriotas y el enojo entre hermanos argentinos, fue un lento proceso instalado por ellos mismos a través de los medios de comunicación.

Es verdad que proponían un cambio. Pero es verdad lo que sostenían aquellos conocedores de la historia, que entendieron que el cambio sería detener la integración latinoamericana, la inclusión social, la distribución del ingreso y el desendeudamiento, para reemplazarlo por su contraria. Y no era verdad que el cambio significaría terminar con el país dividido y las mentiras, sino profundizar el engaño y la división. Éste escrito se propone justificar con suficiencia esta anticipada conclusión, para lo cual se utilizará una descripción objetiva, fundamentada con responsabilidad y citando las fuentes adecuadas para tal propósito.

En todo momento, recuérdese que producto de las Políticas de Estado del Gobierno Kirchnerista durante doce años, todos los sectores sociales percibieron una mejora en su bienestar. De modo que fue necesario para el candidato Macri decir que no te quitaría nada de lo que se hizo bien en el gobierno anterior. De hecho, Página/12 accedió a los documentos con los que Cambiemos busca atraer inversiones de Estados Unidos ya siendo gobierno. Allí se destacan la educación, el desempleo de menos del 6 por ciento, la “infraestructura bien desarrollada” y el “sólido esquema institucional”, entre otras. El gobierno de Macri dice que Argentina es un país con una desocupación del 6 por ciento, con la menor desigualdad social en toda la región y la mayor clase media, con unas instituciones sólidas y una infraestructura bien desarrollada. Luego destaca que el país presenta un 98 por ciento de alfabetismo y 110 mil graduados de educación universitaria por año y asegura que el país está primero en los índices de desarrollo humano y educación, en tanto que tiene el coeficiente Gini más bajo de la región, coeficiente que mide la desigualdad social. Resalta que Argentina tiene “una economía robusta” y aporta datos: es la tercera más grande de la región después de Brasil y México, y el mayor PBI per cápita en la región después de Chile. Asimismo, Argentina tiene también una “infraestructura bien desarrollada”, que incluye 43 puertos, 54 aeropuertos y más de 35 mil kilómetros de rutas y vías de trenes. Además, incluye 53 por ciento de tierra arable, recursos de agua ampliamente disponibles, ocho prolíficas zonas petroleras (cinco convencionales y tres no convencionales). Al mismo tiempo,  Argentina tiene una de las reservas de shale oil más grandes por fuera de los Estados Unidos, y el documento también destaca su baja relación deuda/PBI, del 13 por ciento.

Con mucha claridad, Javier González Fraga enunció en mayo de 2016 una frase que demuestra indubitablemente la realidad que vivían los argentinos durante el kirchnerismo, al mismo tiempo que expone la detestable calidad de persona que es: “le hicieron creer a un empleado medio que su sueldo medio servía para comprar celulares, plasmas, autos, motos e irse al exterior. Eso fue una ilusión, eso no era normal”

Por todo esto, el periodista Roberto Navarro, una persona respetada y admirada por el autor de éste escrito, explica lo siguiente: “se crean distintos partidos para representar distintas clases sociales, distintos intereses, por eso hay distintos partidos, ya que nadie representa a todas. Pero claro, todas las fuerzas de derecha del mundo tienen que convencer que representan a una cantidad mayor de los que tienen que ver con ese espacio”. Esta aseveración se monta sobre la distinción entre lo que se denomina izquierda y derecha. Ocurría en Parlamentos Europeos hace algunos siglos, que los que se sentaban hacia la derecha de la autoridad eran los conservadores, vale decir, los que pretendían que el poder y todos los recursos financieros, económicos y naturales sigan siendo manejados por los más ricos, postergando a la mayoría del pueblo que quedaba excluida, sumergida en la pobreza y despojada de derechos. Mientras que los que se sentaban del lado izquierdo eran los revoltosos, los que sostenían que debía haber una más equitativa repartija que permita construir una nación más justa. Por eso, Roberto Navarro acierta en esa descripción, ya que si los partidos de derecha dijeran la verdad nunca ganarían. Entonces, para tener posibilidades tienen que mentir.

Continúa en la misma línea Roberto Navarro diciendo que “después de las PASO (Elecciones Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias), nosotros dijimos: ¿Cómo sacó un 24% de los votos Macri si no hay un 24% de ricos en el país? Porque Macri representa a los ricos, es la derecha más dura, ¿entonces cómo ocurrió que lo votó el 24%?”. La respuesta, a la altura de éste escrito, ha quedado en evidencia: fue el poder mediático que inculcó rechazo al gobierno anterior, acusándolo de corrupto e inventando mentiras una sobre otra, al tiempo que blindó al candidato de la derecha, lo que significa que no lo expuso. En los canales de televisión y en los diarios dirigidos por el poder concentrado, sólo aparecía Macri con cara de buenito diciendo que “no te voy a quitar nada de lo que tenés”, y asegurándote que venía a terminar con el país dividido, invitándote a que “vamos juntos”. Y hubo una propaganda exitosa que decía: “¿Por qué tiene que ser radicales o peronistas? ¿Por qué no radicales y peronistas? – Vamos Juntos!”

Pero por supuesto, fuera del blindaje mediático, quedó expuesto para la otra mitad de la población que Cambiemos eran los que fueron a buscar el Plan Económico a los Estados Unidos – está documentado –, que abrirían la economía, que liberarían el dólar, que quitarían las retenciones, que achicarían el Estado, que eliminarían los subsidios, que desmantelarían organismos e instituciones estatales, que recortarían presupuesto para la salud y la educación, que detendrían el desarrollo de la ciencia y la tecnología, que interrumpirían las mejoras distributivas, que aplicarían políticas de ajuste, que demantelarían Atucha y Arsat, que cerrarían Tecnopolis y el Centro Cultural Kirchner, que le echarían la culpa de todos los males a la corrupción del gobierno anterior, y que incrementarían el odio con la continuidad de las provocaciones y denigraciones a la mitad del pueblo que conoce cómo son las cosas. Se conocía perfectamente que Cambiemos detendría el crecimiento con inclusión social y desendeudamiento, para reemplazarlo por recesión, exclusión y endeudamiento. Estaba muy claro para los que no fueron engañados por los medios de comunicación manejados por el imperialismo y el poder concentrado, que Cambiemos es adverso a los intereses de las mayorías, y que por ende es contrapuesto a la Soberanía Nacional.

Gabriela Michetti, vicepresidente de Macri, lo dijo textualmente en mayo de 2016: “Lo más difícil para nosotros es atravesar el momento en el cual salís del Populismo y salís de la fantasía de una mentira importante y muy grande, de haberle dicho a la gente que podía vivir de esa forma eternamente”

Gobierno de Mauricio Macri – Quita de Retenciones y Devaluación

Pocas veces en la historia del mundo ocurrió que un gobierno comience a generar cambios económicos y en la distribución del ingreso cuando todavía está en funciones el gobierno anterior. Pero el gobierno de Macri lo hizo, anunciando que quitaría las retenciones, devaluaría y quitaría los cupos de exportación, lo que sirve para garantizar la satisfacción de la demanda interna. Por cierto, aquí destáquese y no se olvide que Argentina produce alimento para 400 millones de personas, mientras que tiene 44 millones de habitantes. Al leer esto muchos se preguntan dónde está la plata de esa riqueza. Veamos:

A partir de lo que se sabía, cuando Macri gana las elecciones el 22 de noviembre del 2015, quedó descontado el hecho de que a partir de asumir el 10 de diciembre, procedería a llevar adelante aquellas medidas, provocando un inmediato incremento en los precios de los alimentos. Para comprenderlo rápidamente, tomaremos el precio internacional de la carne a diez dólares, sabiendo que las retenciones eran con el kirchnerismo del 30% y redondeando el incremento del dólar de diez a quince pesos, aunque para ser exactos subió de 9,50 a 14,50.

Con éstos números, el dinero que entraba al país era de 100 pesos por kilo de carne (10 dólares a 10 pesos el dólar), de los cuales 30 se los quedaba el Estado para financiar el Gasto e Inversión Social dirigida a Jubilaciones, Salarios, Subsidios, Asignaciones, Obra Pública generadora de empleo y demás. Resultantemente, 70 pesos por kilo era el ingreso de los oligopolios que conforman los consorcios exportadores. En consecuencia, el precio para los argentinos era de $70 el kilo. Así, véase que quitando las retenciones, además de desfinanciar al Estado, se consigue elevar el precio de 70 a 100. Tras lo que elevando el valor del dólar a 15 pesos, entonces el precio interno asciende a 150 (10 dólares a 15 pesos del dólar, pero ahora sin retenciones).

Los grandes consorcios empresarios que tienen el poder de la intermediación (acá está la plata) – compran a los productores de un lado y venden al consumidor o exportan del otro –, y que por tanto son formadores de precios, y que de éste modo se quedan con el mayor porcentaje de la riqueza producida por nuestro país, sabían que el precio de los alimentos – carne, pollo, harina, maíz, girasol, trigo, etcétera – se incrementaría más de un 50% en veinte días. En consecuencia, las dos opciones que quedaron fueron: o no vender por veinte días hasta que el precio suba, o vender desde el día uno pero con el incremento ya cargado. Obviamente, hicieron esto último.

Y a modo de ejemplo, los autos se hacen hoy con un 50% de piezas importadas, que se importan al dólar oficial. Por ende, si hay una devaluación, el aumento de precios se va a sentir irremediablemente.

Pues bien, este incremento ya traccionó a distintos sectores de la economía a imitar el comportamiento, y observamos muy prontos incrementos del agua mineral 10%, lavandina 15%, galletitas 20%, jabón en polvo 12%, autos 25%, heladeras 24%, lavarropas 15%, cemento 24%, pinturas 16%, cartón 13%, fideos 90%, huevos 62%, leche 50%, lentejas 50%, yerba 40%, arroz 35%, harina 30%, asado 100%, etcétera. Veloces incrementos de los precios que no son compensados por aumentos de salarios, lo que se traduce sin más, en un empobrecimiento de la clase trabajadora, que es la mayoría del pueblo.

Por cierto, es indispensable acordarse de que tanto Macri como su equipo económico, continuamente afirmaba que el salario argentino era demasiado alto en dólares. Complementariamente con ésta afirmación, el entonces candidato a presidente Macri, concluía que el salario es un costo más, y que por eso hay que reducirlo a lo máximo posible. Por eso sorprende tanto, que millones de trabajadores hayan votado a Macri, ya que claramente anunció que les bajaría el sueldo. En fin, esto fue lo que hicieron apenas asumieron, produciendo un violento aumento del costo de vida y reduciendo el costo del salario en dólares, ya que el precio del dólar aumentó casi de inmediato un 50%.

Este conjunto de medidas provocó algo que jamás había pasado. Nunca había pasado que un presidente genere 2 millones de pobres en 2 meses, lo que significa 20 mil pobres por día!!!! Es como dice Roberto Navarro: “los nuevos pobres son porque la guita se la dieron a otro”. Y tiene razón, porque los más ricos ya no pagan impuestos y el costo de vida aumentó para los más vulnerables.

Además, corresponde resaltar que durante la campaña, Prat Gay decía que “si el dólar llega a 15 es porque el que está hace las cosas mal”. Luego, al mando del Ministerio de Economía, aseguraba que “van a entrar 25 mil millones de dólares, cosa que nos tranquiliza”. Bueno, pasó que los dólares no entraron y que el tipo de cambio subió a 15, así que hasta para un ingenuo quedarían solo dos opciones: o mentía o no sabe. Naturalmente, no es desencajado enunciar que con esas condiciones no puede manejar la Economía de un País. Y para adornar el presente párrafo, podemos recordar que Mauricio Macri anunciaba repetidamente que “en nuestro gobierno, la inflación no va a ser un tema”. Sin embargo, lo que ocurrió es que la inflación ya superó con creces, con tan solo cinco meses de gobierno, al año de mayor inflación del kirchnerismo. El año de mayor inflación del kirchnerismo fue el 2014 con 35%, el macrismo ya va por más del 50% en sólo medio año, y falta otro medio año más… Ya es el año de mayor inflación de los últimos 26 años (desde 1990), aún si los precios no subieran más desde junio a diciembre.

Sólo hasta mayo, los alimentos subieron más del 50%, el costo del transporte público se duplicó, el precio del combustible aumentó más del 50%, los servicios aumentaron más del 300%...

Con lo expuesto sólo hasta aquí, se calcula que estas medidas ocasionaron una transferencia de cerca de 100.000 millones de pesos desde los sectores medios y bajos hacia los grupos concentrados de poder. Por ello, si la mayoría del pueblo se vio perjudicada, en tanto que una pequeña minoría incrementó y concentró la riqueza, debemos advertir que se ha perdido Soberanía Nacional. Dicho brevemente y de manera directa, las medidas del gobierno de Macri son un retroceso en términos de Soberanía, ya que si una de las virtudes del gobierno kirchnerista fue mejorar la distribución de la riqueza y disminuir la inequidad, estos primeros meses del gobierno de Macri han concentrado la riqueza y aumentado la inequidad.

La gran coincidencia de importantes y prestigiosas consultoras afirma que durante el kirchnerismo, cerca de 10 millones de personas pasaron de la pobreza a la clase media, reduciendo los índices de pobreza desde el 50% en 2003 hasta 15% en 2015, mientras que la indigencia bajó en el mismo período desde el 23% al 4%. Ahora Macri generó 2 millones de nuevos pobres en tiempo record…

Gobierno de Mauricio Macri – Quita de Subsidios y Aumento de la Inflación

Otro aspecto clave a atender son los subsidios. Durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, los más ricos pagaban retenciones a las exportaciones, había retenciones a las mineras, aranceles a las importaciones, impuestos a los bienes de lujo y demás, al tiempo que los incrementos de sueldos acompañaban la suba en el costo de vida ocasionado por la inflación, y enfatizando aquí que los servicios y los transportes estaban subsidiados por el Estado Nacional. Destáquese que Cristina Fernández explicaba que los subsidios son “salarios indirectos”, ya que, por un lado, los que menos tienen pueden acceder a pagar los servicios y el transporte sin sufrirlo en exceso y, por otro, la clase media percibe un ahorro al pagarlos barato. La consecuencia, como puede fácilmente deducirse mediante un básico sentido común, es que todo ese dinero ahorrado por la clase media, es volcado al consumo de bienes. Así, el mayor consumo significa una mayor demanda de bienes, que obliga a producir más, con lo que la industria aumenta su actividad y eso genera empleo. En consecuencia, los subsidios son a fin de cuentas generadores de empleo. Pero además, no debe omitirse que muchos que usan transporte público como único medio para llegar a la facultad, pueden continuar sus estudios al estar los transportes baratos gracias a los subsidios, y añádese a esto las virtudes de las Becas a Estudiantes dentro de los Planes Progresar y Conectar Igualdad creados por el kirchnerismo.

Luego de ésta descripción, es momento de destacar otra de las penosas consecuencias del cambio introducido por el gobierno de Macri. En cuanto a los más ricos, ya no pagan ni retenciones ni impuestos a los productos de alta gama, lo que ocasiona el terrible efecto de la desfinanciación del Estado. Es decir, el Estado ya no recibe dinero suficiente para afrontar el pago de salarios, jubilaciones, subsidios, asignaciones y demás. Pero aquí es el punto de poner el énfasis en las nefastas consecuencias directas que trae la quita de subsidios. Como se sabe y para expresarlo sin rodeos, es un golpe demoledor al bolsillo de los que menos tienen, así como también al poder adquisitivo de la clase media. Por ejemplo, yo pagaba $102 pesos de agua y ahora pago $350, lo que da un incremento del 250%, los medios de transporte urbanos aumentaron un 100% (se duplicaron), y lo mismo ocurrió con las tarifas de luz y de gas. En consecuencia, te sobra menos plata, tras lo que baja el nivel de vida, baja el consumo, entonces baja la producción, baja el empleo, se reduce la recaudación del Estado, y además hay algunos ya no pueden viajar a la facultad para proseguir sus estudios.

Pero no todo termina aquí. Porque los incrementos de tarifas también son percibidos por las fábricas y los comerciantes. Entonces, cuando el carnicero, el verdulero, el peluquero, el restaurant, el negocio de ropa, el bar, el almacén, el bazar y la heladería reciben los incrementos, no lo absorberán ellos sino que lo trasladarán a los precios. En consecuencia, es de suponer que cuando el lector se encuentre con éste párrafo, éstos nuevos aumentos de precios ya hayan ocurrido, debilitando nuevamente el bolsillo de la mayoría de la población, lo que se traduce en menor consumo, menor producción, menor empleo y menor recaudación del Estado, cosas que ocasionan mayor descontento y conflictividad social.

Ocurriendo todo esto, el Presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, asegura que la gente está feliz, y que eso no lo dice el gobierno sino que lo dicen los mercados. Bueno, pero los mercados a los que se refiere Sturzenegger son en realidad los que mayor poder tienen en los mercados para imponer condiciones, aunque se perjudique a la sociedad. Así, volvemos a considerar algo crucial. Esto es, que para que la mayoría de la gente esté feliz, el Estado debe regular los excesos que ejercen en los mercados esos sectores de poder. En otras palabras, si los grupos concentrados de poder están liberados, el pueblo ya no estará feliz, porque se verá prisionero de aquellos, que según Sturzenegger están felices cuando no se los controla. Es tal como lo enfatiza Roberto Navarro: “Mau, el Estado se mete en los Mercados para que estos no te pongan el precio!!!”

Pongamos el ojo en dichos textuales de Prat Gay: “puede ser que una factura que pagabas $150, ahora la vas a pagar $350. Está bien, son $200, pero $200 son dos taxis, eso es lo que hay que entender…”. Pues bien, la verdad, es que lo que el señor que está a cargo del Ministerio de Economía de la Nación tiene que entender, entre otras cosas, es que gran parte de la población no toma taxi, porque no le alcanza para tomar taxi. El sí se toma diariamente taxis pagando con las monedas que tiene de sobra en el bolsillo del saco, pero la gente común no toma taxi. La gente común viaja en colectivo porque no tiene para taxi, con lo que se concluye que $200 son nada para él, pero para la mayoría de la población $200 es un dinero que hay que cuidar para poder vivir.

Aún para peor, el argumento de boca del gobierno es que ahora lo que tenemos es un “sinceramiento” de los precios, lo que viene a acusar, entre otras cosas, que con el gobierno anterior los precios te mentían.

Traduciendo al idioma del gobierno de Macri, la factura de $150 pesos era mentirosa porque el Estado pagaba $200 en concepto de subsidios, en tanto que la factura de $350 es sincera porque el mercado se expresa con libertad sin que el Estado estorbe, como ellos así acusan, con esas palabras, a un Estado que interviene para proteger a las mayorías.

A decir verdad, tienen razón, ya que los mercados no podían expresarse con libertad, puesto que estos eran controlados y regulados por el Estado. Pero justamente resulta que al pueblo no le conviene que haya libertad para los mercados, porque producto de los abusos de los sectores de poder, se reducen las libertades de la mayoría del pueblo para abastecerse de las cosas que se necesitan para vivir dignamente. Por eso, al pueblo le conviene que los mercados estén regulados, para que no puedan expresarse libremente los abusos de poder que sirven a los intereses de las minorías. Al pueblo le conviene que el Estado lo proteja de los sinceradores que quieren llevársela toda y que hasta les da bronca que los sectores más humildes puedan irse de vacaciones, comprarse un auto o una computadora.   

Por cierto, el sinceramiento refiere específicamente a la dirección del gobierno, y eso fue el cambio de cambiemos. Se pasó de un gobierno cuyas políticas se orientaban a estimular la actividad y el empleo, generando inclusión, a otro modelo en el que las políticas se basan en engordar el enriquecimiento de los sectores de poder concentrado, para lo cual se somete al pueblo a que deje de vivir bien como antes del cambio, y encima se lo toma de estúpido.  

Gobierno de Mauricio Macri – Despidos y Desmantelamientos

Otras acciones de tremenda gravedad las constituyen el desmantelamiento de organismos e instituciones que estaban funcionando durante el gobierno kirchnerista, cumpliendo múltiples objetivos estratégicos e indispensables para la inclusión social, y el despido masivo de empleados públicos, que provoca un aumento del desempleo y un terrible desaprovechamiento de personas especializadas, además, interrumpiendo sus carreras de desarrollo personal y los sueños de familias enteras a disposición del desarrollo de un país mejor y un mundo mejor.

La generación de energía, el desarrollo de la tecnología y la ciencia, la ampliación del acceso al conocimiento y la interacción de todas estas virtudes iban de la mano con el crecimiento continuo de Atucha1, Atucha2, la terminación de Atucha3 y Atucha4, Arsat, Invap, los predios de interacción y recreación como Tecnópolis, el Centro Cultural Kirchner y otros más. Pues bien, el gobierno de Macri ha procedido al cierre, freno de obras con despidos incluidos, desfinanciación y desmantelamiento de todos estos. Exactamente el mismo proceder de la dictadura cívico militar que comenzara el 24 de marzo de 1976. Es muy triste volver a vivir esto, siendo que los argentinos pensábamos que Nunca Más volveríamos a atravesar una situación así…

Por cierto, el freno a la Obra Pública ya es de por sí una causa de contracción del nivel de actividad y de aumento de desempleo, causante de incremento del descontento social.

La Secretaría de Comercio fue desmantelada con despidos incluidos. Es el órgano que está dispuesto a controlar el precio y lo que hacen los empresarios. Echaron a 200 personas y a otras 200 las dejaron sin tareas. Esto es desmantelar el estudio de las cadenas de valor y la rentabilidad empresarial. Por ejemplo, si subía la carne analizaban dónde ocurrió: en los productores? Frigoríficos? Distribuidores? Supermercados?  

Según un informe de Roberto Navarro, en Francia, que es un país con 60 millones de personas, el seguimiento de precios está a cargo de 2.000 funcionarios, que son auditores que van de parte del Estado a las empresas. Y esos hombres son los mejores! Bueno, acá eso se ha desmantelado. Se eliminó el control y también se eliminó la Política de Precios Cuidados, que tenía un inmenso peso para establecer precios de referencia en las góndolas de los supermercados y con ello evitar que los empresarios abusen con precios excesivos. En palabras de Roberto Navarro: “o los controla el Estado o hacen lo que quieren (…) Te lo voy a ejemplificar. El productor de acelga recibe 1,35 y el supermercado lo vende a 17 pesos, eso da 1300% de ganancia! El productor de manzana vende a 4,50 el kilo y el super lo vende a 40 pesos, ganando un 900%! El productor de limón vende a 2,40 y el super a 29, lo que da 1300%! Lo podría vender a $5, a $9, y lo vende a $29! (…)

Cristina Fernández de Kirchner festejaba cotidianamente la inauguración de Hospitales, Colegios, Centrales Nucleares, la puesta en órbita de dos satélites propios, etcétera. Mientras que Mauricio Macri lo que hace es festejar la inauguración de una sucursal del Hipermercado Coto con su amigo Alfredo (…)

No es un sinceramiento sino una decisión Política, si vos le sacás los impuestos a los ricos y le sacás a los pobres lo que tenían! Es acaso sinceramiento sacarle las retenciones a las Mineras? No! Es una decisión de gobernar para los ricos! (…)

Mauricio Macri no hace el más mínimo esfuerzo por disimular que gobierna para los ricos, para las grandes empresas. Mientras le baja los impuestos a los grandes empresarios, te suben los precios a vos. Macri eliminó las Retenciones a las Empresas Mineras. Le regaló 3.300 Millones de pesos por año a un puñado de compañías extranjeras (…) Es el Poder Económico que volvió a gobernar. Son los dueños de la Argentina que volvieron a ponerse al mando como en los 90s”

Cambiemos también decidió acabar con la Soberanía Comunicacional y dejará la televisión a manos de los grupos privados. Por un lado, debe destacarse que tener dos satélites propios en órbita, siendo uno de los únicos ocho países que consiguieron semejante desarrollo, permite un manejo del espacio aéreo que confluye tanto en autonomía como en la capacidad para vender ese servicio a otros países, generando a su vez no solo un importante ingreso de divisas por el cobro del servicio, sino también ocupar un rol privilegiado en cuanto a poder.

Macri desmanteló todo esto, lo desfinanció, paró la construcción del tercer satélite y además desmanteló la Televisión Digital Abierta, que fue un plan diseñado por el gobierno anterior para acelerar el proceso de migración de las viejas señales analógicas a las nuevas, digitales. logrando que los canales de aire transmitieran en Alta Definición en forma gratuita a todo el país. Esto se había complementado con el reparto de decodificadores digitales para que aquellos que no tuvieran acceso a una TV de última generación, pudieran disfrutar de la TDA en forma gratuita. Pero el macrismo está dispuesto a desmantelar todas las políticas públicas igualitarias.

A saber, en 2019 deberá ocurrir el apagón analógico: todos los canales de televisión que transmiten en el viejo sistema de aire, dejarán de hacerlo. Eso dejará libres varias frecuencias en lo que se denomina “dividendo digital”. Allí, varias empresas posan sus garras para quedarse con el negocio, y a éstas empresas beneficia Mauricio Macri, pues un servicio gratuito de televisión abierta con más de 20 canales que incluso cuenta con HD, es un fuerte competidor para los cables, sobre todo Cablevisión.

La Ley de Medios, es una ley ultralegítima y ultraconstitucional, aprobada por amplísima mayoría en el Congreso por los representantes del pueblo elegidos por el voto, y que tenía como espíritu promover la pluralidad y alentando a una mayor participación de todas las voces que deseen ser oídas en todo el territorio nacional, y evitando la concentración mediática en los monopolios que manejan la información, tanto con fines económicos como políticos.

Adicionalmente, es sabido que el dueño de Clarín, Héctor Magneto, estaba próximo a ser juzgado por delitos de lesa humanidad, producto de haberse quedado con Papel Prensa en la sala de torturas durante la última dictadura cívico – militar. Naturalmente, y siendo conocido que Magneto ayudó de manera clave para que Macri sea presidente, dicha ley ya fue destruida por decreto y el macrismo avanza para favorecer a sus socios mediáticos y para fortalecer el blindaje al presidente y el apagón informativo que haga que al pueblo le resulte más difícil enterarse de lo que pasa.

Mientras tanto, el Pami, la Obra Social de los Jubilados, funcionaba con una eficiencia inédita en la historia de nuestro país, aún sin alcanzar la excelencia, pero superando todos los estándares anteriores y mejorándolos continuamente. Mi papá, jubilado de 72 años, cuenta que antes llamaba por teléfono para pedir turnos y le daban con la misma llamada turno con el clínico, con el cardiólogo, con el endocrinólogo, con el otorrinonaringólogo y todo lo que quisiese. Ahora, no sólo que no lo atienden sino que va al Hospital y se encuentra con decenas de personas haciendo reclamos por estar todos desamparados. Como vemos, el plan del gobierno de Macri es arruinarle la vida también a los jubilados.

YPF, la empresa hidrocarburífera nacional, había sido parte de las privatizaciones de Menem en la década de 1990, y fue vaciada, desmantelada, desfinanciada y destruida por la empresa española Repsol. Luego fue renacionalizada por el kirchnerismo a pesar del voto en contra del Pro, y desde entonces tuvo un crecimiento inédito hasta la asunción de Macri. Pero el Presidente puso de Ministro de Energía a Aranguren, un gerente de Shell, que es competidora de YPF, con lo que todas las medidas del Gobierno fueron orientadas a incrementar las ganancias de Shell y de Esso, en detrimento de YPF. Lo que es curioso e increíble, es que ésta conducta no es disimulada. Incluso durante los partidos de fútbol, antes te pasaban continua propaganda de YPF, y ahora la propaganda es de Esso – Axion. Imagínese el lector cuanto duele escribir éstas líneas, entendiendo que todo rumbea hacia la reprivatización.

De igual modo, el crecimiento inédito que había tenido Aerolíneas Argentinas, está también siendo detenido y puesto en perspectiva de involución por el presente gobierno. Lo que hace engordar tanto la tristeza como la bronca de quienes estamos al tanto de lo que está pasando. Es obligatorio tener presente que Aerolíneas había sido privatizada durante el gobierno de Menem en la década de 1990, tras lo que Marsans, la empresa española que la tuvo en concesión, sólo procedió a vaciarla, desfinanciarla, desmantelarla y destruirla. Fue el gobierno Kirchnerista el que Reestatizó Aerolíneas Argentinas pese al voto en contra del Pro, que se direcciona hacia reprivatizarla otra vez.

Es oportuno destacar que Prat Gay, que fue a buscar inversiones a España, pidió perdón por las expropiaciones llevadas a cabo por el kirchnerismo, justamente a quienes nos robaron. Lo único que le falta ahora a Prat Gay es ir a Inglaterra a pedir perdón por el gol con la mano de Maradona en 1986, por las gambetas del Burrito Ortega y los penales atajados por Roa en 1998 y por el aceite hirviendo en las Invasiones Inglesas… Es como que les hubiese dicho a los españoles: “les pido perdón por toda la guita que no pudieron afanarse con los k, con nosotros van a poder volver a saquear la Argentina”. La verdad que no es para reir, es realmente para llorar.

Para peor, tampoco puede omitirse el modo en que la terrible ola de despidos fue llevada a cabo. Por un lado, Mauricio Macri enuncia que “Creemos que el Estado debe estar al servicio de la gente. Queremos recuperar la transparencia del Estado que se ha perdido, en donde los cargos son para los amigos del presidente que está”. Pero Roberto Navarro mostró con suficiente demostración como son las cosas, y por eso dice que “mientras están echando gente por ñoqui, están poniendo familiares y amigos de ellos”. Al mismo tiempo, el autor de éste escrito ha tomado conocimiento de un importante número de empleados del Estado que durante el gobierno de Cristina tenían mucho trabajo y ahora no les dan nada para hacer.

Gobierno de Mauricio Macri – Apertura de las Importaciones

Para peor, y como se sabía, el gobierno de Mauricio Macri abrió las importaciones. Esto quiere decir que quitó aranceles y liberó barreras a los productos prohibidos. Entonces, todos los bienes producidos por la Industria Nacional, ahora deben competir con productos baratos provenientes de países que tienen un salario mucho menor que el nuestro. O sea, que una camisa de Malasia, o una Heladera de China, va a salir más barata que una hecha acá, donde los salarios son altos en dólares. Y la consecuencia que ya se está viendo es que están cerrando plantas de producción, talleres, comercios, negocios varios y que por añadidura está aumentando el desempleo.

En criollo, estamos volviendo a padecer un plan de destrucción de la industria y el empleo, como a partir de 1976 y como con la Convertibilidad. Pues bien, para comparar con un parámetro totalmente fidedigno, sepamos que en noviembre de 2015, Argentina contaba con 8 millones de Empleo Formal, 1,5 millones de trabajadores públicos y 6,5 millones en el sector privado. Los datos a mayo de 2016 son tristemente inferiores y es de prever que cuantos más meses de gobierno de Macri transcurran, será cada vez peor, visto que los despidos continúan, las importaciones baratas y liberadas destruyen nuestra industria, el consumo interno cae porque la gente ya no tiene plata, a consecuencia de la más alta y más dura inflación de los últimos 26 años (desde 1990), producto de la quita de subsidios y demás cuestiones detalladas con anterioridad.

Gobierno de Mauricio Macri – La desvirtuación de las Paritarias

El maltrato a las Paritarias es otra arista de gravedad. No se discute que, un poco más o un poco menos, los salarios con el Kirchnerismo subieron más que los precios, lo que se verificó en una mejora en el poder adquisitivo de los trabajadores. Los restaurantes llenos y con cola esperando de lunes a lunes nunca se habían visto. Fue una creación del kirchnerismo. El Turismo Interno y Emisivo floreció de manera inédita, tanto en vacaciones como en fines de semana largos. El consumo de bienes, la remodelación de la flota automotriz, los cines y los teatros llenos, las canchas de fútbol llenas y mucho más que comprende una lista sorprendentemente larga. Pero si en los últimos años de kirchnerismo la inflación osciló el 25% y las paritarias promediaron incrementos del 27% para sueldos y jubilaciones, vemos que con el macrismo esto se ha revertido. Con tan solo medio año de gobierno ya tenemos una inflación superior al 60%, y todavía faltan un par de incrementos más, a consecuencia de la trasferencia de las subas de tarifas a los precios, presión de los exportadores para que vuelva a subir el dólar, y demás. Pero a mi, que soy Profesor Universitario, me están ofreciendo 15% de aumento para junio y 15% de aumento adicional hacia fin de año. Nos están cargando!!!!!

Y encima viene el Ministro de Economía Prat Gay a decir que “cada sindicato sabrá hasta qué punto pueden arriesgar salario a cambio de empleo”. Es una extorsión y una tomada de pelo!!!

Esto es un ataque fenomenal a la clase media!!!

Y la consecuencia es que la Venta Minorista disminuyó luego de 13 meses de alzas, que la Venta de Materiales para la Construcción bajó un 14% sólo en enero, que bajó el patentamiento de motos un 7%, que los cines tuvieron el peor enero de los últimos 7 años, que los teatros de Mar del Plata bajaron la audiencia en más del 30% contra el 2015, etcétera. Y a no olvidar que en noviembre del 2015, Argentina era líder de desarrollo en Latinoamérica, había alcanzado el consumo record de autos y de consumo con tarjeta de crédito, los cines estaban llenos, había record de consumo interno año tras año, los restaurantes estaban llenos todos los días y el desempleo era del 5,4%.

Por todo esto es que Roberto Navarro dice que “esto es porque la gente gasta la guita en alimentos y se asustó, porque tiene miedo a que lo rajen del laburo y tiene miedo de no llegar a fin de mes (…) Cuando se empezó a echar empleados públicos y hacer ajuste en Grecia y en España, les dijeron que después venía la felicidad, y los tipos hace 8 años que se están cagando de hambre!!! (…) Lo único que hay es transferencia de ingresos”, a razón de lo que Claudio Lozano agrega que “este gobierno está poniendo en duda la estabilidad social en la Argentina”.

En verdad, es como lo enfatiza Daniel Scioli, que no existe país desarrollado con los salarios bajos. Por eso, Argentina tenía que seguir sosteniendo el salario más alto de América Latina y uno de los más altos del mundo.

Por si fuera poco, con los incrementos de tarifas y el congelamiento en las asignaciones presupuestarias, está en riesgo el futuro de las Universidades Públicas, cosa que nos hace recordar a cuando Mauricio Macri dijo “Qué es eso de Universidades por todos lados?”. Frente a ésta realidad, el pueblo argentino, que no es tonto, está llevando a cabo multitudinarias manifestaciones que, aunque no salen por los medios de comunicación manejados por el poder, son difundidos a través de las redes sociales.

Ya hubo un Paro Nacional con Movilización de más de 300.000 personas en repudio a los despidos, a los ajustes, al freno de la obra pública y a la propuesta de incremento salarial, que es una ofensa al pueblo trabajador. Ya hubo una Movilización de varias decenas de miles de estudiantes en defensa de la Universidad Pública. Y ya vendrán muchas manifestaciones más.

Sin embargo, el gobierno de Mauricio Macri pareciera no tomar nota de la caída de gobernabilidad que está padeciendo porque, al fin de cuentas, los que siempre pagan los platos rotos son la población común, no los que se robaron fortunas y que encima las fugaron del país colocándolas en guaridas fiscales.

Gobierno de Mauricio Macri – La Liberación del Dólar

Por cierto, la liberación del dólar es otro tema central a considerar, aunque baste tan solo con tener memoria. La dictadura que derrocó al peronismo en 1976, liberó el dólar y promovió una terrible fuga de divisas que transformó a nuestro país desde ser una patria productiva con industria y pleno empleo a ser una “patria financiera” a la que entraban dólares desde el exterior, los colocaban a altas tasas de interés para obtener suculentas ganancias y luego los retiraban del país libremente. Fue lo que se conoció como la “bicicleta financiera”, que fue funcional al enriquecimiento de los núcleos de poder del mundo y que para eso destruyó nuestra industria y nuestro empleo, al tiempo que engordó la deuda externa.

Con el kirchnerismo volvimos a tener al dólar controlado, se volvió a industrializar el país, volvimos a conseguir notables hitos en la ciencia y la tecnología y además se pudo desendeudar al país. Pero a partir de la liberación del dólar que hizo el gobierno de Macri, las consecuencias son las mismas que con la dictadura, replicadas de modo idéntico.

Gobierno de Mauricio Macri – Sector Externo

En 2003, Argentina estaba en Cesación de Pagos (Default), con una Deuda Externa del 160% del PBI valuada en 220.000 Millones de Dólares y aislada comercialmente del mundo a excepción de sus tradicionales exportaciones agropecuarias. En 2005 se Pagó el total de Deuda al FMI, se comenzó un período incesante de desendeudamiento, se echó a patadas en el orgullo a la propuesta norteamericana del Tratado de Libre Comercio (Alca al carajo) y se empezó a fortalecer el comercio y la integración regional con los países hermanos de la Patria Grande Latinoamericana. A fines del 2015, la deuda externa en dólares es del 12% del PBI valuada en 65.000 Millones de Dólares y el País se encuentra integrado y además como líder pujante del Mercosur, la Unasur, la Celac, en simultáneo con los continuos acuerdos comerciales, financieros y políticos con China y con Rusia, además de su inminente incorporación al BRICS. Esto último, iba a ser formar parte de una alianza de estrategias geopolíticas con un bloque de países que en tamaño, equivale a la mitad de la población del mundo y la cuarta parte del producto mundial, constituido por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

El 25 de febrero de 2016, Clarín muestra una leyenda suficientemente demostrativa en su página 5: “El Gobierno heredó de los 12 años de gobiernos kirchneristas un bajísimo nivel de endeudamiento en moneda extranjera con acreedores privados. Es lo que le permitirá salir a la caza de fondos frescos”.

Macri está destruyendo el Mercosur, la Unasur, la Celac y se desentendió de China y Rusia para volver a someter a nuestro país a los planes económicos y bélicos del imperialismo norteamericano.

La Restructuración de Deuda Externa que lleva adelante el gobierno kirchnerista en 2005 y 2010, tuvo un acuerdo con el 93% de los acreedores y permitió disminuir la Deuda Externa en Dólares. Sin embargo, del 7% de acreedores externos que no entró, una mitad es conocida como los “fondos buitre”, que son delincuentes del sistema financiero internacional que jamás le prestaron plata a la Argentina, sino que adquirieron bonos baratos cuando el país estaba quebrado. Como se demostró que Macri obtuvo un caudaloso apoyo financiero para su campaña presidencial proveniente de aquellos delincuentes, apenas asumió el gobierno se dispuso a pagarles todo lo que quisieran para devolverles el favor. Para poder hacerlo, tuvo que endeudar al país en 20.000 Millones de Dólares.

Gobierno de Mauricio Macri – Provocaciones

Dijeron que no quitarían las cosas que sí se hicieron bien durante el kirchnerismo, dijeron que venían a unir a los argentinos, dijeron que venían a terminar con la grieta. Pero desde que asumieron no pararon de destruir todo lo que se hizo bien, y no pararon ni un segundo de agredir y provocar, ocasionando una mayor división entre nuestro pueblo.

Dijeron que no iban a quitar nada de las cosas que sí se hicieron bien, pero apenas asumieron empezaron a decir que encontraron un Estado vacío. Veamos:

  • En enero, la tapa de Clarín dice que la Gobernadora Vidal, de Cambiemos, arrasará con la corrupción heredada del gobierno kirchnerista de Scioli
  • Sacaron de la grilla televisiva al programa emblema 678
  • Prat Gay dijo que “estuvimos acomodando la basura”
  • Prat Gay: “Tenemos que acabar con la grasa de la militancia”
  • Prat Gay: “No sea cosa que alguna vez venga alguien de alguna provincia deshabitada como por ejemplo Santiago del Estero y se quiera quedar en el poder para siempre”
  • Michetti: “la droga mata a los pobres igual que a las personas normales”
  • Darío Lopérfido, Ministro de Cultura: “No tengo ningún inconveniente en decirlo. En la Argentina no hubo 30.000 desaparecidos, fue una mentira que se construyó en una mesa para obtener subsidios”
  • Macri: “El Estado no puede actuar como si fuera un aguantadero de la Política”
  • Macri: “encontramos un Estado roto y las Instituciones no tienen credibilidad (…) un Estado débil, con incompetencia y traumas ideológicos”
  • Macri: “venimos de años en que el gobierno ha mentido sistemáticamente”
  • Macri: “Tenemos leyes que reconocen derechos pero que quedan solo en el papel”
  • Macri: “la anterior gestión fue incapaz, incompetente e irresponsable (…) el Estado estuvo plagado de despilfarro y corrupción al servicio del clientelismo político, la ineficiencia y la corrupción (…) producto de la desidia, la incompetencia y la complicidad”
  • Macri: “las nuevas Universidades fueron espacios de militancia política y no de excelencia académica”

Y nótense las alevosas mentiras de Macri en su discurso del 1 de marzo en el Congreso, ya que todo lo que se vivió fue el exacto opuesto de lo que dijo:

  • “La Argentina que viene es el país del acuerdo, del encuentro”
  • “Los tres grandes objetivos son Pobreza Cero, Unir a los Argentinos y Vencer al Narcotráfico”
  • “La Inflación existe porque el Gobierno anterior la promovió. Estuvo alta estos meses pero producto de la irresponsabilidad anterior. Va a bajar”
  • “Haremos de Aerolíneas una empresa bien administrada pero no a cargo de todos los argentinos”

Gobierno de Mauricio Macri – Nunca Más

Alguno ha preguntado si era posible sostener un modelo tan bondadoso para el pueblo por mucho tiempo. Pero esa duda es un engaño instalado a través de los medios de comunicación manejados por el poder, que sugerían la idea de que la fiesta había que pagarla. Pues esto debe aclararse.

En términos literales, habrá que responder que una fiesta que hubo que pagar fueron los primeros años del gobierno de Menem, cuando se vivió mejor que en el gobierno de Alfonsín, pero a costo de un terrible incremento del endeudamiento. Caso contrario a esto, durante el Kirchnerismo se vivió mejor que nunca antes en la historia de nuestro país y según muchas apreciaciones del mundo, pero bajando el nivel de endeudamiento. Como se ve, desde esa perspectiva, el enunciado es falso.

También suelen decir que Scioli no iba a mantener las políticas expansivas del gobierno de Néstor y Cristina. Pero quien escribe recuerda que cuando asumió Cristina Fernández en el 2007, se había instalado a través de los medios la idea de que ella no sostendría las políticas expansivas de Néstor Kirchner, y que vendrían tiempos de ajuste. De hecho, Clarín insistió durante sus ocho años de gobierno, que las políticas de benevolencia para la sociedad habían terminado y que el año siguiente vendrían las políticas de ajuste. Todos los años lo mismo.

La mejor respuesta salió precisamente al pie de la tapa de Clarín. Fue una frase de Néstor Kirchner, anunciando que “jamás el gobierno de Cristina va a ajustar sino que se van a continuar por siempre las Políticas de generación de actividad y empleo, ya que son el verdadero motor de la economía”. Y así fue. 

Además, nos vienen con el cuento de que el Estado no podía seguir financiando inclusión social, generación de empleo, subsidios, asignaciones y demás políticas redistributivas, pero fue el gobierno de Macri el que desfinanció al Estado quitando retenciones, eliminando aranceles y destruyendo el mercado interno. Como vemos, es de suponer que si se hubiesen conservado los aranceles y las retenciones, si se hubiesen sostenido las políticas de inclusión y de generación de actividad, habrían seguido las cosas como siguieron durante el gobierno de Cristina, contradiciendo los mismos mentirosos pronósticos. 

No rompan más la paciencia con enunciados que carecen de coherencia y no están fundamentados en la realidad!!! 

Ahora sí, luego de comprender lo que significa el cambio, deberemos como pueblo sostener otra bandera más, otro Nunca Más. Ya tenemos erguida fuertemente la bandera de Nunca Más a los desaparecidos, Nunca Más a perder la democracia, Nunca Más a la Persecución Política y a los Presos Políticos. 

Lamentablemente, en relación con lo anterior, ya tenemos en Milagro Sala a una presa política del actual gobierno, y Mauricio Macri apoya el golpe destituyente al gobierno democrático en Brasil, que es un país hermano de la Patria Grande. Acaban de derogar el decreto que puso Alfonsín en 1984 apenas recuperada la democracia, para que las Fuerzas Armadas estuviesen bajo el mando del gobierno elegido por el pueblo. Ahora las Fuerzas Armadas pueden hacer lo que quieren, igual que durante la dictadura. 

Pero ahora también deberemos decretar otro Nunca Más a las Políticas Económicas que nos destruyen y nos endeudan. Nunca Más a quitar las Retenciones a las Exportaciones, Nunca Más a Abrir las Importaciones, Nunca Más a Liberar el Dólar, Nunca Más al Ajuste Fiscal y a la Reducción de las Políticas Públicas y de Inversión Social, Nunca Más a las Privatizaciones, Nunca Más al Endeudamiento, Nunca Más a la Desprotección de Nuestra Industria, Nunca Más a la Quita de Subsidios y Asignaciones a los más vulnerables, Nunca Más al Achicamiento del Estado, Nunca Más a la Pérdida de Soberanía…

En fin, Cambiemos Nunca Más!!! 

Julián Denaro

junio de 2016

https://www.facebook.com/EconomiaPoliticaConJusticiaSocial/

 

JULIÁN DENARO es Profesor Adjunto en las Universidades Nacionales de Buenos Aires, La Matanza y del Oeste y en la Universidad de Belgrano. Es autor de las obras “Los Problemas de la Macroeconomía” de 2008, “Los Objetivos de la Microeconomía” de 2013, “Economía Política con Justicia Social” de 2013 y “Macroeconomía para el Crecimiento Inclusivo” de 2015. Está próximo a publicar una nueva obra y es estudiante avanzado de Psicología en la UBA.

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